Gran vuelta a la Montaña Palentina. Etapa 5: Guardo - Cervera de Pisuerga

Alto Pisuerga
Image Medio

Dificultad

Medio
Image Roundtrip

Recorrido

Lineal
Image Distancia

Distancia

54.30 km
Image Señalizada

Señalizada

No
Image Desnivel de subida

Desnivel de subida

1373.00 m
Image Desnivel de bajada

Desnivel de bajada

1466.00 m

Ruta y altimetría

Guardo es una villa señorial y minera ubicada en la “bucca ad arduum” (la boca de entrada a lo arduo, agreste o montañoso) de la Montaña Palentina. La Casa Grande y las ruinas del castillo ubicado en el barrio Barruelo nos ven partir hacia el este para comenzar nuestro recorrido a lo largo de toda la sierra de la Peña. De camino a Muñeca pasaremos cerca de Fuentilloro donde dicen que existió la sima del Hoyal, habitada por una bruja que encantaba a las jóvenes de los alrededores quedando atrapadas en aquel misterioso abismo. Vestigios mineros en la solana de la sierra del Fraile nos anuncian la llegada a Santibáñez de la Peña, tierras de bravos antepasados cántabros que aguantaron el asedio de los romanos en el cercano castro de la Loma durante las guerras Cántabras. Es difícil imaginar el esplendor que debió vivir esta zona durante la Edad Media, cuando el monasterio de San Román de Entrepeñas era uno de los más importantes de los alrededores, hoy reducido a unas cuantas ruinas abandonadas. Villafría de la Peña es la antesala de nuestra ascensión a la sierra del Brezo. Ascensión que también realizaron los pastores extremeños Pedro y Diego en el año 1478 para encontrar una imagen enterrada de la Virgen del Brezo que ella misma les había ordenado buscar cuando se les apareció en varias ocasiones unos meses antes. Atravesamos la sierra del Brezo por el collado de Miranda para llegar al techo de la etapa en el alto de los Llanos, espectacular paso desde el que se divisa gran parte de la montaña palentina y muchos de los parajes recorridos en nuestro viaje alrededor de ella. Entramos en el valle Estrecho intentando escuchar el rumor lejano que emite el manantial que sale de la cueva del Agua, cavidad cercana a la misteriosa cueva Teresa, y llegamos al bucólico chozo de la Espina. Frondosos hayedos donde hace muchos años habitaba el Gigante de Valle Estrecho nos conducen hasta San Martín de los Herreros y Ventanilla. Recorremos ahora un sinuoso camino por la orilla del pantano de Ruesga (“rivu de esca”), río del pasto, que nos lleva, siguiendo el GR-1, a finalizar esta gratificante aventura de nuevo en Cervera de Pisuerga.

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